Mariano Rajoy llega a la recta final de campaña casi con el mismo mensaje con la que comenzó. Apenas incluye variaciones sobre la misma idea. En Murcia, y ante más de 1.500 personas que participaron en una comida-mitin, ha insistido en que el próximo domingo se decide si España “sigue arrastrándose por el suelo” o por si “apostamos por ver la luz del túnel”.

Para alcanzar esta segunda vía se necesita, según Rajoy, un “masivo apoyo” al PP en las urnas. “Os pido que apretéis en este tramo final”, ha espetado el líder de los populares. No porque tema que puedan perder las elecciones, sino porque quiere asegurar por todos los medios la mayoría absoluta.

Alrededor de la idea del cambio ha construido otros mensajes como que el 20-N sólo pueden votar a los socialistas aquellos que “están de acuerdo” con lo que ha ocurrido en los últimos años que debe hacer, Si no, la única opción es votar el PP para “mandar un mensaje a Europa de que vamos hacer mejor las cosas” y que, por lo tanto, los españoles “no se resignan”.

Ha dejado claro que un triunfo del PP no significará que las cosas van a cambiar de un día para otro, porque “nadie tiene una varita mágica”. Ha apostillado que enviar ese mensaje tan optimista ” sería no decirle la verdad a al gente”.

Rajoy, además, ha calificado de “acontecimientos sorprendentes” que Italia y Grecia tengan presidentes “que nunca se han presentado a las elecciones”. Al hilo de esta reflexión, el referente popular ha incidido que, pese a la herencia que va a dejar el PSOE “es posible cambiar el rumbo y fijar otros objetivo para alcanzar a ver la luz al final del túnel”.

El candidato del PP a la Presidencia ha declarado que la decisión del Gobierno de rebajar la previsión de crecimiento económico del 1,3 al 0,8% es un dato que “no le gusta”. Ha recordado que todo el mundo ya había vaticinado que esto iba a ocurrir, menos el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. La primera consecuencia de esta relentización será “menos creación de empleo” lo que demuestra, a juicio del presidente popular, que la reforma laboral “que sólo votaron los socialistas” no ha resultado útil para el fin que perseguía, más bien al contrario. “Lo que hace es aumentar cada vez más las dificultades”, ha remachado