¿Logró huir a la Argentina Adolf Hitler?
“¡Te largo a los perros!”, grita una mujer que sale de la casa cuando los ladridos de tres feroces canes la alertan de que hay un desconocido sacando fotos. Sin tiempo para presentarse, el periodista se imagina a las tres fieras devorándole y echa a correr mientras la señora se acerca a la verja para cumplir su promesa. Estamos en el barrio Belgrano de Bariloche y la inamistosa vecina es la nuera de Erich Priebke, criminal nazi que cumple cadena perpetua en Roma –bajo arresto domiciliario- por su responsabilidad en la matanza de las Fosas Ardeatinas.
Priebke, que ahora tiene 98 años, fue descubierto en Bariloche en 1994 por un equipo de la cadena estadounidense ABC y posteriormente extraditado a Italia. El nazi llevaba casi medio siglo en esta bucólica ciudad turística argentina, situada al pie de los Andes y rodeada de lagos que recuerdan un paisaje alpino. Estos aires atrajeron a un buen número de colonos centroeuropeos, cuyo flujo se incrementó tras la II Guerra Mundial, sirviendo de refugio para muchos oficiales nazis, como Priebke. O como el mismísimo Hitler…
La leyenda de que el Führer logró escapar de Berlín y vivir plácidamente en Sudamérica hasta el fin de sus días ha sido alimentada por la tenaz insistencia de Abel Basti, periodista local que se ha convertido en el principal investigador de esta hipótesis y que cree en ella a pie juntillas.
Editado el año pasado, en ‘El exilio de Hitler’ Basti detalla la vía de huida del dictador alemán y de su mujer, Eva Braun, que habrían salido de Berlín el 22 de abril de 1945 en un helicóptero que los habría llevado a la ciudad austríaca de Linz, donde habrían permanecido cuatro días. Desde allí, habrían volado en avión a Barcelona, para embarcarse en fecha indeterminada en un submarino alemán desde algún puerto español rumbo a la Patagonia argentina, con escala en las Canarias.
Según Basti, en el búnker de Berlín “habría quedado uno de los dobles más perfectos de Hitler”. El periodista desacredita la teoría históricamente admitida del suicidio y quema de los cuerpos de la pareja porque dice que se basa en unos pocos testimonios asumidos como ciertos por los aliados. Sin embargo, Basti asegura basar su teoría “en una veintena de testimonios directos que vieron a Hitler después de la guerra”, como Carmen Torrontegui, cocinera de la estancia San Ramón, supuestamente la primera residencia del dictador en Bariloche. El investigador también dice haber encontrado indicios en documentos del FBI y asegura que “el 85% de la información pública emitida durante 1945 habla de que Hitler escapó”.
“Hitler fue trasladado varias veces de residencia por razones de seguridad y también viajó fuera de Argentina con nombre falso, posiblemente a Paraguay y Colombia”, explica Basti a La Vanguardia. Inalco, situada en la bahía del mismo nombre a orillas del lago Nahuel Huapi, es una de las casas donde la leyenda cuenta que Hitler y Braun pasaron más tiempo. La casa está en Villa La Angostura, a 80 kilómetros de Bariloche, en la preciosa ruta de los Siete Lagos, y habría sido construida expresamente para ser el Berghof patagónico del Führer.
La residencia está hoy en venta y es uno de los principales atractivos de muchos mitómanos que visitan la zona siguiendo los rastros nazis con la guía turística en la mano Bariloche nazi, escrita por Basti. Muchos barilochenses también creen que Hitler estuvo allí, como Nahuel Alonso, experimentado guía de montaña que alude a que “en los años cuarenta la región era un lugar inhóspito e inaccesible donde resultaba fácil ocultarse”, para justificar que un secreto de tal magnitud no trascendiera.
Basti acaba de publicar Los secretos de Hitler, donde sostiene una teoría de la conspiración, que consistiría en un inverosímil pacto entre el nazismo y el sionismo, por un lado, y con los EEUU, por el otro, en los cuales se enmarcaría la huida del dictador alemán. Que Hitler formara parte de ese supuesto pacto es poco creíble, y menos con el sionismo, pero sí está documentado que EEUU ayudó a huir a muchos nazis, especialmente científicos, para aprovechar su capital intelectual y evitar que cayeran en manos soviéticas. Este sería también el motivo por el cual, supuestamente, el general Perón también habría dado cobertura a muchos nazis, entre ellos algunos científicos que trabajaron en el programa atómico argentino, cuyo principal centro de investigación se instaló durante su gobierno precisamente en Bariloche. Muchos nazis, como Klaus Barbie, Adolf Eichmann o Josef Mengele habrían llegado a Sudamérica a través de Odessa, una trama secreta internacional para ayudar a escapar a cientos de criminales de guerra.
El reto de Basti es ahora localizar la tumba de Hitler. El periodista cree que el Führer, que habría llegado a Argentina con 56 años, habría fallecido durante los años setenta. “Tengo un testigo que conoce detalles de su muerte y de dónde fue enterrado, aunque aún no he podido confirmar la información”, admite Basti, que añade misteriosamente que “no necesariamente” estaría enterrado en Argentina. “De momento, lo que sí puedo afirmar con seguridad es que Hitler sobrevivió a la guerra junto a Eva Braun”, concluye Basti.