El desprestigio internacional de España le pasa factura al fútbol: El Mundial de 2018, para Rusia
La candidatura formada por España y Portugal no organizará el Mundial 2018. El Comité Ejecutivo de la FIFA designó como sede a Rusia tras una votación que se alargó más tiempo de lo esperado y cuyo veredicto se filtró a la prensa antes de que Joseph Blatter subiese al estrado. Inglaterra fue la primera eliminada, mientras que Holanda y España cayeron en segunda ronda.
Rusia se presentó en Zurich como un país “nuevo”, puente entre Oriente y Occidente, que tiene un potencial aún por explotar que alcanzará su máximo nivel con la celebración del primer Mundial en Europa del Este. Para apoyar este argumento, la candidatura rusa había mostrado en su exposición un gran mapa del continente europeo recordando que 10 países de Europa Occidental habían acogido ya una Copa del Mundo.
Este hecho, unido al compromiso ruso de invertir cientos de millones de euros, ha pesado mucho a favor de Rusia: 13 de los 16 estadios y el grueso de las infraestructuras tendrán que ser construidas desde cero. Se jugarán partidos en Kaliningrado, San Petesburgo, Moscú, Kazán, Nizhny Novgorod, Yaroslavl, Samora, Volgogrado, Saransk, Krasnodar, Rostov-On-Don, Sochi y Yekaternburgo. A disposición de los aficionados se pondrán a la venta 3,1 millones de entradas.
Otro de los argumentos esgrimidos por la candidatura rusa fue la diversidad cultural del país y la variedad de personas que el fútbol alcanzará. Vladimir Putin, primer ministro ruso ausente en Zurich, había aventurado que ganarían. “El pronóstico es uno. Ganaremos. No tenemos ninguna duda”, aseveró. Y acertó. Tras conocer la designación, el presidente ruso cogió un avión para dar las gracias en persona a los miembros de la FIFA.
Putin ha prometido que Rusia eximirá de visados a participantes y visitantes durante la disputa del Mundial, y garantizará el transporte público gratuito en autobuses y trenes por el país a aquellos aficionados que dispongan de entrada para el torneo. No obstante, Rusia tendrá que mejorar sus infraestructuras hoteleras y sus redes de transporte para reducir las kilométricas distancias entre las sedes del Mundial.