El Rey le da las gracias a Zapatero
Uno no tiene tiempo de comentar todos los dislates de cada día. Es tan directo el rumbo de la Nación hacia al abismo que, en una tarde de coche de unos 400 kilómetros y escuchando la radio, uno puede memorizar unos cuantos ejemplos… Pero a mí, dentro de la gravedad de los escándalos del día, y eso que tenemos a los etarras en el Congreso –pero eso ya se sabía-, el que más me ha molestado es el del Rey agradeciendo a Zapatero “los servicios prestados a España”.
Seguro que encima lo hacía llenándose de orgullo y satisfacción. Y encima, el nefasto Presidente del Gobierno –qué larga se hace su despedida- le contestaba: “Yo siempre he sentido el aliento de la Corona”. Si lo analizan bien, estos tipos ya no esconden sus tenidas, como cuando lo de la cenita en que a los postres quitaron la estatua de a quien todo deben.
¿Se dan cuenta ustedes en manos de quién estamos? A mi me parece que este país se va a despertar sin remedio y de pronto, como si no quisiera, como si fuera una mañana de lunes negro de lluvia en Madrid en que uno tiene que coger un avión cuando sabe que llega tarde, del sueño anestésico al que le ha sometido una gran mayoría de medios de comunicación cómplices de esconder las estafas que hacen que estemos como estemos.
No es casualidad que el caso Urdangarín –conste que lo conocemos gracias a El Mundo que también investiga la masacre del 11M- haga que la gente se cuestione de qué va eso de la Casa Real y si es realmente necesaria…Lo que más escandaliza en el caso del que dejó de jugar a la pelota para dar pelotazos es precisamente que no lo evitaran como se hizo cuando Doña Elena quiso montar su propia empresa.
Me temo que Urdangarín es un chivo expiatorio o, lo que es peor, el fiel reflejo de las posibles costumbres de la casa que hasta ahora eran acalladas. Y si no, ¿por qué la Reina corrió a hacerse la foto americana del apoyo al yerno arriesgándose a un grave error por falta marketing elemental?
Pero ha llegado el principio del fin del sistema debido a sus propios defectos y ya no vale cualquier excusa para robar; ya no se acepta un sistema basado en la única legitimidad pretendida de un “juancarlismo simpático” y ya muchos nos damos cuenta de lo que suponen las tomaduras de pelo como las más recientes del Estatut: “hablando se entiende la gente”; o los elogios a Zapatero: “es un hombre honrado que sabe lo que quiere”; o peor aún, su legitimidad al proceso con ETA, porque: “si sale, sale”. Pues sí, parece que sale: ahí tenemos a los terroristas, a punto de grupo parlamentario. Y ya calculamos el precio que tendrán que pagar, algún día, los responsables de la traición a los que el Rey les da las gracias por los servicios prestados…