Neymar lleva al Santos a la final del Mundial de Clubes
El Santos demostró que es un equipo temible arriba, con la calidad de Ganso y Neymar y la fuerza y remate de Borges, pero también se vio que tiene lagunas defensivas que sólo la mala puntería del Kashiwa evitó que se convirtieran en catástrofe, y es que hubiera sido la gran sorpresa del Mundial ver a los anfitriones en la final.
Finalmente, tres golazos de los de Ramalho fueron demasiado para unos japoneses que le pusieron muchas ganas, pero que se vieron afectados por el nerviosismo de sentirse ante la gran oportunidad de sus vidas. Los brasileños Wagner y Domingues aportaron la calidad en un equipo que vendió cara su piel, y que además del gol tuvo grandes ocasiones como un palo y dos goles casi cantados fallados por Sawa, el héroe ante Monterrey.
Pero, en esta ocasión, el sueño se convirtió en pesadilla. El duelo de esta semifinal seguro servirá al Santos para tomar nota de que, si no mejoran atrás, el poderío ofensivo del FC Barcelona podría costarles mucho más caro que la factura que les ha cobrado el Kashiwa. Y es que el Bara, gran favorito en la otra semifinal, no es para nada un equipo que perdone vidas.
Menos de media hora tardó no obstante el Santos en demostrar que tiene mucha pólvora en ataque. Neymar, su gran estrella, avisó con un tiro al palo en el minuto 4 y en el 19 se destapó con una obra de arte. Recibió el balón lejos del área y ya con el control orientado mostró su calidad. Engañó a su pareja de baile con un amago de irse hacia la derecha pero se colocó el balón a la izquierda, pisándolo, y con una rosca espectacular colocó el esférico en la escuadra derecha de Sugeno.
Poco después el trallazo de Borges a la escuadra izquierda acabó de limpiar la portería japonesa y parecía poner a los ‘peixe’ en la final, pero el billete costó más de lo esperado por el empuje de un Kashiwa valiente, que quiso morir matando como los famosos ‘kamikaze’, sobre todo en los minutos finales de la primera parte y en el último suspiro de partido.
Y es que a las piruetas de Neymar y Ganso, no siempre efectivas ni necesarias pero un espectáculo que se agradece, los japoneses respondían con rápidos contraataques y un empuje que les llevó al gol de Sakai, de cabeza y a la salida de un córner. Con el 1-2, el partido se puso emocionante hasta el gol de falta directa de Danilo, también de bella factura.
Hubo dos palos, uno por cada bando, y un sinfín de ocasiones hasta el final del partido pero el marcador ya no se movió. El Santos, ya sin presión, espera el rival para la final del domingo en Yokohama, con la duda de saber si la lesión de Danilo le impedirá estar en el once inicial.