Soria, el hombre de Rajoy que se parecía a Aznar
José Manuel Soria responde perfectamente al perfil que Mariano Rajoy espera de sus ministros: ampliamente preparado, con un currículo profesional antes de la vida pública y experiencia en la política como gestor en varias administraciones. Hombre de total confianza del presidente del Gobierno, Soria (Las Palmas de Gran Canaria, 1958) es un veterano de los despachos, pero tiene tras de sí un bagaje profesional como Técnico Profesional del Estado y profesor de Macroeconomía y Economía Internacional en el Centro de Estudios Comerciales de Madrid desde 1984 a 1989.
En su primera etapa política, José Manuel Soria llegó a ser asesor del ministro de Economía socialista Carlos Solchaga. Pero pronto se transformó en un hombre fuerte del PP en las Islas Canarias. En mayo de 1995 se convirtió en alcalde de su ciudad, Las Palmas, tras ganar las elecciones por mayoría absoluta y cuatro años después, fue reelegido. En 2003 saltó al Cabildo insular como presidente y en 2007 dio un paso más allá, al convertirse en vicepresidente del Gobierno de Canarias en un Ejecutivo de coalición junto a los nacionalistas de Paulino Rivero, desbancando al PSOE, que había sido el partido más votado en las islas.
Con un pie siempre en su tierra, José Manuel Soria fue introduciéndose poco a poco en el PP de Madrid. En mayo de 2008 fue autor de una de las ponencias del Congreso de Valencia, precisamente la más polémica, sobre la relación del PP con el nacionalismo. “María, he recibido tu ponencia. ¡Arriba España!”, fue el mensaje publicado por los medios de comunicación que provocó la salida de María San Gil del partido. Desde aquel momento, sus relaciones con Mariano Rajoy fueron muy cercanas, aunque muchos en el PP bromeaban con el extraordinario parecido físico entre Soria y José María Aznar. Pero solo se parecían en el físico.
Como muchos otros políticos canarios, Soria fue acusado de corrupción, cohecho, tráfico de influencias y prevaricación. El ‘caso Eolo’, el ‘caso del Chalet’ o el ‘caso Salmón’ pusieron contra las cuerdas al nuevo ministro de Industria, que sin embargo, consiguió salir indemne. A partir de ahí, la carrera de Soria ha continuado al alza. Hasta ayer, en que logró el sueño de todo político: convertirse en ministro.