Al menos 17 personas murieron el viernes en un ataque por parte de hombres armados contra una reunión de cristianos en el noreste del país, indicó a la AFP uno de los testigos. “Hombres no identificados llegaron a la casa y mataron a 17 personas”, declaró Zubairu Abdulaziz.

Se cree que las once víctimas del último ataque de la localidad de Mubi, en el estado de Adamada, pertenecían a la tribu igbo, una de las minorías cristianas en el noreste del país, aunque los detalles no han sido confirmados oficialmente. El crimen se produjo supuestamente por miembros de la secta radical islámica Boko Haram, la misma que impuso un plazo de tres días para que los cristianos abandonaran el estado de Yobe.

El jueves por la noche, en otro atentado producido en Gombe, murieron 6 personas más. Este es el último ataque llevado a cabo por este grupo rebelde, el más grave de los cuales causó la muerte de 49 personas en varias explosiones en iglesias durante el día de Navidad. Estos incidentes se producen a pesar del estado de emergencia que el sábado pasado decretó el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, en algunas regiones del norte.

Nigeria es la nación más poblada de África, con más de 150 millones de habitantes, alrededor del 50% de ellos musulmanes, la mayoría de los cuales residen en la mitad norte, mientras que el otro 50% son cristianos asentados en la mitad sur.