Rubalcaba y Chacón: enfrentamiento de fracasados
En las pasadas elecciones generales, Alfredo P. Rubalcaba, fracasó estrepitosamente como candidato del PSOE, y a distinto nivel, algo muy similar le ocurrió a Carmen Chacón en Cataluña. Como quiera que ambos pretenden seguir viviendo eternamente de la política, han presentado sus respectivas candidaturas, para optar a la secretaría general del partido, último cargo que le queda, afortunadamente, al nefasto e inane Zapatero antes de ser condenado al mayor de los olvidos. La historia solo le recordará como “el hombre del paréntesis”. Nefasta etapa transcurrida entre las presidencias de José María Aznar y Mariano Rajoy.
Muy pronto, ambos candidatos, Chacón y Rubalcaba, una vez superada la ridícula y repugnante “escena de los mimitos”, iniciarán una frenética actividad visitando agrupaciones locales para recordarles a los compañeros y compañeras las bondades de sus campañas. Al principio todo serán delicadezas y buenas palabras, para terminar, como siempre, lazándose dardos envenenados.
Para una parte de la militancia, Carmen Chacón solo es fachada y puro plástico en estado puro, muy flojita y carente de la preparación y conocimientos precisos para ocupar la secretaria. Otros, consideran a Rubalcaba como la representación de la manipulación en persona y capaz de todo pero dotado de un gran sentido de Estado, del que carece totalmente su oponente. No obstante, son muchos los que opinan que ya está amortizado y lo suyo sería abandonar la política activa por mucho que le duela. Es una pena que, al menos por el momento no haya surgido un tercer candidato en liza, que los hay en el PSOE, con preparación, audacia, honradez y muy capaz de enfrentarse a los contratiempos actuales.
Puede ocurrir que aparezca algún nombre más pero con la torticera intención de actuar como “liebre”, con la pretensión de restarle votos al contrario.
Durante todos estos días, en los medios de comunicación y tertulias, se ha comentado el interés que suscitaría un posible debate público entre los candidatos. En definitiva se trata de dos políticos que pretenden lograr el más alto cargo del partido, algo que no solo afectará a los mas de siete millones de votantes socialistas, sino al resto de la ciudadanía por la responsabilidad que conlleva el ejercer de líder de la oposición (si el puesto es ocupado por la misma persona) en un país democrático como es España.
Dado que casi todo está calculado, mientras Carmen Chacón manifestaba en la SER estar totalmente a favor de la celebración del citado debate, en otra cadena radiofónica, la COPE, Elena Valenciano, responsable de la catastrófica campaña electoral de Rubalcaba en los comicios del 20-N, se mostraba radicalmente en contra, con el falaz argumento de que la elección de secretario, solo corresponde a los militantes del PSOE. Esta pobre mujer ni queriendo lo puede hacer peor. La confrontación sería presenciada a través del la TV por millones de ciudadanos con independencia de que la elección corresponda al casi millón de delegados del Congreso.
Nadie puede entender como Rubalcaba no ha cambiado de directora de campaña. La citada sra. Valenciano, que habla mucho pero no dice nada, se ha equivocado una vez más minusvalorando la gran capacidad dialéctica de Rubalcaba, infinitamente superior a la de Chacón, cuyo discurso, de muy limitado recorrido y aprendido de memoria, sirve muy poco en una confrontación abierta. El PSOE, aunque doña Elena lo dude es un partido de implantación nacional y todo lo que ocurra en su seno afecta a militantes, simpatizantes y votantes y debe se del dominio público. Algo de lo que al parecer tampoco es partidario el negado secretario de Organización, Marcelino Iglesias ignorando que los debates, entre otras razones, sirven para acercar las posturas de los candidatos a las bases.
Uno de los grandes defectos de los dirigentes políticos es su falta de respeto y consideración hacia la ciudadanía. Están totalmente convencidos de que el pueblo es idiota y se traga todo lo que le cuenten y prometan, especialmente en los momentos previos a unas elecciones que es cuando los aspirantes faltan a la verdad con mayor descaro.
En el caso de Carmen Chacón y por lo que respecta a su faceta pública, produce la sensación e actuar como un “robot”, excesivamente gesticulante, perfectamente adiestrada, obediente y totalmente entregada a la representación con tal de alcanzar el poder. Su perfil encaja perfectamente en la típica persona que a pesar de su incontenible verborrea e inflexiones de voz no convence a nadie. Todo lo contrario de lo que el PSOE necesita actualmente. Cuando un político solo se dedica a vender humo a plazos e ilusión por toneladas, lo primero que hay que hacer es desconfiar y luego escaparse.
La circense aparición andaluza y mas concretamente en Olula del Río (Almería) fue todo un numerito. Reivindicar sus ancestros sureños e intentar sacudirse el acérrimo catalanismo nacionalista, resultó, cuando menos una patochada considerable que solo concuerda con su falta de coherencia. Ensalzar Andalucía alegando que ha crecido “ a base de ética y solvencia”, es todo un insulto a la inteligencia que descalifica totalmente a la autora de la frase. Es posible que tratando de memorizar los discursos que le escriben no le quede tiempo para leer la prensa y enterarse de lo que está ocurriendo en esa Andalucía que tanto añora.
El 20-N proporcionó una de las Navidades más amargas para miles de políticos socialistas españoles que hoy forman parte de ese ejército de parados que ya supera los 5.300.000, y muy posiblemente, el 25-M (elecciones autonómicas andaluzas), suponga para muchos andaluces, la Semana Santa más triste de toda su vida. Según el experto analista político, Tomac de Varelokivich, ninguno de los dos candidatos, Rubalcaba y Chacón, dan la medida ni resultarán mínimamente beneficiosos para ese gran partido que es el PSOE. Salga quien salga ganador en el Congreso, a la postre, el resultado será el mismo: todo un desastre para la formación socialista que pagará un precio muy elevado por los despropósitos de sus gobernantes anteriores que no se resignan a abandonar el poder y dar paso a otra generación con una visión muy distinta que jamás aportarán sin el menor género de duda, Chacón ni Rubalcaba. ¡Tiempo al tiempo!