Open de Australia.- Djokovic se le atraganta a Nadal en una final de leyenda
Rafael Nadal cedió ante Novak Djokovic en la final del Australian Open. Djokovic se impuso en cinco agónicos sets: 5-7, 6-4, 6-2, 7-6 (5) y 7-5. Es la séptima final consecutiva que el serbio gana a Rafa, que sumó 71 errores no forzados por 69 de Novak.. Pero no cabe decir que Nadal cayó literalmente: Rafael Nadal Parera abandonó el Rod Laver Arena por su pie y con las botas bien puestas, como Joe Frazier ante Muhammad Ali en el famoso combate de Manila, en 1975. La final se extendió durante cinco horas y 53 minutos, lo que significa el nuevo récord de duración para una final de Grand Slam (anterior, Wilander-Lendl, en el US Open de 1988) y para un partido en el Abierto australiano: la plusmarca anterior eran las cinco horas y diez minutos de la semifinal Nadal-Verdasco en 2009.
Nadal pierde pero firma su mejor resultado ante Djokovic desde 2010; al mismo tiempo, también se trata del primer partido que cede ante el serbio en un quinto set. Rafa se apuntó la manga inicial tras un combate de… 80 minutos que pareció marcar el encuentro. Pero Djokovic escapó con 5-2 en el segundo set, Nadal recuperó hasta 5-4… y ahí entregó ese set con una doble falta. Ese juego pesaría mucho en el desenlace: Nadal emitió síntomas de hallarse abrumado y no fue rival para Djokovic en el tercer parcial, cerrado con 6-2 para Nole.
Rafa iba cambiando el sistema de otros duelos y no percutía constantemente contra el revés blindado de Djokovic. Nadal abría bien la pìsta y desplazaba al serbio. Gran problema: Djokovic lo devuelve ab-so-lu-ta-men-te todo. La sensación es de un ser invulnerable, de otro planeta. Con 4-3 para Novak en el cuarto set, Nadal se vio abajo con su saque y 0-40. Rafa reaccionó de modo asombroso, a base de golpes ganadores, igualó el set, y sacó adelante la muerte súbita, donde llegó a ir perdiendo por 3-5 y servicio de Djokovic.
Al comienzo del quinto set, más allá de las cinco horas de partido, parecía que la escena volcaba contra Djokovic, que ofrecía imagen de cansancio y apariencia de hallarse contracturado: Nadal puso la directa y se colocó con 4-2 y servicio, a un paso de abrir una brecha insalvable. Con 4-2 y 30-15, Rafa falló un revés a placer que le hubiera puesto a las puertas del triunfo. El Ojo de Halcón confirmó que el golpe era malo… y eso resucitó a Djokovic que sacó fuerzas de nadie sabe dónde y empezó a apretar los servicios de Nadal. Djokovic recuperó el ‘break’, fue a presionar el saque de Rafa con restos planos y en el undécimo juego quebró el servicio del español.
Con 6-5 para Djokovic, Nadal aún tuvo una bola de ‘break’ para 6-6. Pero Djokovic sirvió a la perfección, mientras se santiguaba y pedía al cielo un solo punto más. Ese último punto, una derecha ganadora, valió el tercer título del serbio en Australia (2008, 11, 12) y su tercer trofeo consecutivo de Grand Slam, tras Wimbledon y US Open en 2011. Djokovic, número uno, defiende sus 2.000 puntos de 2011 y Nadal lleva a su cuenta 840 puntos netos: defendía 360 puntos de los cuartos de 2011 y ahora consigue 1.200 como finalista. “No olvidéis este partido, yo nunca lo voy a olvidar”, fue la despedida de Rafael Nadal ante el público de Melbourne, el mismísimo Rod Laver y el ahora llamado ‘Hombre de Acero’: Novak Djokovic.