De la “neutralidad” al llanto en la cúpula del PSOE andaluz
La cúpula del PSOE andaluz recibe a poco menos de dos meses de las elecciones autonómicos un duro revés. Si mareó mucho la perdiz para verbalizar su apoyo a Carme Chacón, el entorno directo del presidente trabajó lo suficiente para recabar apoyos en el entorno del griñanismo. Pero ahora pierde peso. En una sala estaban congregados los más cercanos apoyos de Chacón, incluidas Susana Díaz y Mar Moreno. El desánimo en la consejera de Presidencia era menos evidente que en otros compañeros de filas.
Los 22 votos de diferencia cosechados por Rubalcaba han abierto una fractura aún más clara en el socialismo del sur. La otra cara de la moneda era el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, rubalcabista confeso. El regidor nazareno ostenta el mando de alcaldía más importante de Andalucía. Es el ganador, lo mismo que José Antonio Viera, González Cabañas o Chaves. Toscano llamó a la unidad pero las heridas son muy profundas. Al paso de Chacón por una sala contigua al plenario, un grupo de simpatizanes y delegados empezó a gritar lo mismo que gritaba la mayoría en el Hotel Renacimiento: “¡Rubalcaba!, ¡Rubalcaba!”.
Viera: “Estoy a disposición de Griñán”
El secretario provincial de Sevilla, José Antonio Viera, valoraba la victoria de Rubalcaba como “una fiesta de la democracia”, al tiempo que aseguró que estará a disposición del presidente para conseguir la victoria el próximo 25 de marzo. “He tenido la oportunidad de hablar con Griñán para decírselo”, zanjaba.
El también rubalcabista Gaspar Zarrías, peso pesado en el Gobierno de la Junta durante los años de Chaves, centró el nuevo tiempo político en “renovarse a corto plazo” para conseguir un vuelco electoral en las próximas autonómicas. “Los apellidos a partir de este momento sobran. A partir de que los militantes eligen, no hay anti ni pro. Aquel que ponga un palo en la rueda, se llame como se llame y tenga el apellido que tenga, irá en contra del PSOE”, concluía.