El hermano de Baby Hamday Buyema, ciudadano español de origen saharaui que fue asesinado por sicarios marroquíes a las órdenes de Mohamed VI, ha enviado una carta a la redacción de Alerta Digital para denunciar el enterramiento clandestino de su hermano en un lugar desconocido de Jat Ramia, en El Aaiun.

Pese a que el asesinado era ciudadano español, las autoridades del Reino alauita no informaron de su muerte a ningún representante consular de nuestro país, ni tampoco se permitió a la familia ni a ningún médico forense reconocer el cadáver. La historia se hizo aún más abracadabrante cuando los marroquíes decidieron enterrar a Baby Hamday en un lugar desconocido, sin la presencia de ningún testigo vinculado a su familia.

Baby Hamday, de 35 años, viajaba el pasado día 8 en un autobus perteneciente a la empresa de fosfatos para la que trabajaba como ingeniero electrónico. El vehículo fue interceptado por las fuerzas de seguridad marroquíes, mientras las calles de El Aaiun eran el escenario de una batalla campal entre activistas saharauis y policías. Según la familia, a Baby se le obligó a bajar del autobús con extrema violencia y fue atropellado brutalmente por uno de los furgones de la Policía marroquí.

Los testigos sostienen que el vehículo pasó varias veces por encima de él, hasta acabar con su vida. El ensañamiento con el ciudadano español fue tal que los agentes marroquíes expoliaron después el vehículo, que tenía matrícula alemana, así como su documentación, según declaraciones hechas por la familia. El fallecido era padre de dos hijos de cuatro y dos años de edad.

¿Intervendrá en este caso el fiscal general del Estado del Reino de España? ¿Empleará Conde Pumpido la misma contundencia, en defensa según él de los intereses de españoles maltratados, que la mantenida con los controladores aéreos? ¿Se personará el Gobierno de España en la causa abierta por la familia del asesinado contra los policías que, siguiendo instrucciones del rey Mohamed VI, asesinaron a un ciudadano español con violencia vesánica? ¿Se producirán  los mismos rasgamientos de vestidura que han provocado el derecho a la huelga de unos trabajadores españoles?

Este es el texto de la carta remitida a AD por el hermano de Baby Hamday: “Me acaban de llamar mis hermanos de El Aaiun para informarme de que los marroquíes han enterrado a mi hermano esta tarde a las 19,30 bajo ferreo control de seguridad y sin consentimiento de sus demás hermanos y allegados. Quiero denunciar esta actitud criminal que atropella el derecho de ser enterrado dignamente por sus familiares y sus allegados. Han violado nuestras normas y nuestras tradiciones una vez más.

Los que han llevado a cabo tal violación a nuestro derecho de enterrar a nuestro hijo dignamente y conforme a nuestras costumbres y tradiciones han sido un grupo de personas que trabajan para los marroquíes y comandadas por un alto funcionario del Ministerio del Interior enviado precisamente a esta abominable misión.

El grupo de los enterradores está formado por las siguientes personas: Rachid Duehi, Mohamed Fadel Brahim Abdalahi, Ali Salem Emhamed, Bachr Atiu, Taqi Buchraya, Sahar Sidi Embarek, Hmedi Baia, Hamed Mamud Adda-Ayach-Idjil, este último nuevo gobernador marroquí de El Aaiun.

Casi cuarenta personas, seleccionadas por los marroquíes y sin ninguna presencia de familiares directos del fallecido, participaron en el entierro clandestino de mi hermano, sin que haya habido investigación al respecto alguna.

Después los marroquíes sacaron un comunicado denegando la nacionalidad española de Babi y confirmando su nacionalidad marroquí.

Exijo Justicia y respeto a la memoria de mi hermano y solicito respaldo y amparo al Estado español.

Mi hermano ha sido enterrado en Jat Ramia, en El Aaiun, y el deseo de la familia es de enterrarlo con su difunta madre”.