Charles Dickens escribió “cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender” o “el corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico”. Hoy se cumple el 200 aniversario de su nacimiento, y Londres recuerda al escritor que mejor supo plasmar las miserias de los hombres y la pobreza en la Inglaterra Victoriana.

Qué poco tiene que ver el Londres del 7 de febrero de 2012, al 7 de febrero de 1812. La capital británica, tan amada por Charles Dickens fué también el escenario de sus obras, aquellas en las que reflejó las miserias de una época, la Victoriana, en la que los ricos eran avaros y crueles y los pobres eran fuertes dentro de su debilidad.

Por ello 200 años después de que Charles viniera al mundo, Londres le rinde tributo con numerosos actos culturales y la reedición de sus obras. El museo Charles Dickens reabre sus puertas, después de dos meses de remodelaciones. El edificio, que fuera la antigua casa del escritor tiene la colección más importante del mundo, con con más de 100.000 piezas entre manuscritos, ediciones singulares, creaciones personales, pinturas y otros objetos que pertenecieron al escritor universal.

El Museo de Londres ha abierto una exposición en la que se explica la relación de Dickens con la ciudad, escenario de la mayoría de sus obras y la Biblioteca Británica ha apostado por analizar el gusto e inclinación del escritor por los fenómenos paranormales.

Coincidiendo también con el bicentenario del nacimiento de Dickens se ha puesto a la venta una nueva biografía del autor de David Coperfield o Cuento de Navidad, titulada Charles Dickens: A life de Claire Tomalin.

UNA VIDA DEDICADA A LA CRÍTICA SOCIAL

Charles John Huffam Dickens nació en Portsmouth, sur de Inglaterra el 7 de febrero de 1812 y fallecía en Gads Hill Place el 9 de junio de 1870 . Dickens destacó por sus novelas, una gran crítica a la época que le tocó vivir, la era victoriana. Fue maestro del género narrativo, al que imprimió ciertas dosis de humor e ironía. En su obra destacan las descripciones de gente y lugares, tanto reales como imaginarios.

Sus personajes son inolvidables, en gran parte por su sensibilidad social y la profunda carga de humanidad de los más desfavorecidos. Aunque estos retratos, tan alabados por otros escritores como Georges Gissing o G.K. Chesterton fueron también muy criticados, por ávidos lectores de su obra como Virginia Woolf, que achacaba a Dickens excesivo sentimentalismo.

OBRA

Papeles póstumos del Club Pickwick (1836-1837); Oliver Twist (1837-1839); La tienda de antigüedades (1840-1841); Cuento de Navidad (1843); David Copperfield (1849-1850); Historias de dos ciudades (1859) entre otras.