José María García, más súper que nunca
Los periodistas de verdad aman la actualidad, y García no dudó en mostrar sus opiniones sobre las últimas noticias de la ‘operación Galgo’, la trama de dopaje en la que está involucrada la atleta española más laureada de la Historia, Marta Domínguez.
“Generalizar acarrea injusticias, pero en un elevado porcentaje del deporte español sí existe dopaje. Nuestros políticos no quieren al deporte, no sirven al deporte, pero se sirven de él, como Esperanza Aguirre, o Zapatero, o Lissavetzky, o Aznar”, atacó García a izquierda y derecha, y ya no paró. “No se ha querido intervenir. Y me temo que tras esta redada no va a ocurrir absolutamente nada porque no existe una ley que ataque la raíz del problema”, se lamentó García, que sin embargo, defendió a Marta Domínguez (“mientras no se demuestre lo contrario, tengo que creerla”) y a la selección española de fútbol, puesta en la picota, supuestamente, por el médico Eufemiano Fuentes.
“El Mundial se ganó en igualdad de condiciones con el resto de los equipos”, recalcó el locutor, que sin embargo, tenía una última andanada preparada contra un ex ciclista que también es leyenda: “Induráin se retiró justo antes de que comenzaran a realizarse análisis de sangre”.
Pero José María García no es solo deporte. Hace una década, el locutor protagonizó uno de los momentos más recordados de la radio española, un acontecimiento que, con la huelga de los controladores, está otra vez de plena actualidad. Desde los micrófonos de la radio, García fue capaz de desactivar, hace nueve años, una huelga de pilotos que amenazaba las vacaciones de millones de españoles. “Llamé al ministro Alvarez Cascos”, rememoró García. “Y me dijo que por una vez, tienen razón los pilotos”.
Contacté con los pilotos y con los responsables aeroportuarios y conseguimos resolver el problema”, agregó. Los recuerdos dieron pie al locutor para glosar la categoría de los políticos de antes, “que eran los primeros de la clase”, y criticar a los de ahora, “que no conocen ni la escuela”. “El PSOE no estaba preparados para la victoria en 2004. Zapatero es un tío educado, pero le falta un hervor. Muchos de sus ministros no tendrían ocupación como simples auxiliares administrativos; estamos con la soga al cuello y pronto nos van a tener que tirar el salvavidas”, sentenció, antes de lanzar su mirada hacia el PP: “Rajoy es un mal candidato pero sería un buen presidente”.