Una niña cristiana de 14 años fue violada por un policía y un cómplice, a punta de pistola, mientras en la habitación de al lado, sus abuelos, atados y amordazados, se sentían impotentes de intervenir. El suceso ocurrió la noche del 7 al 8 de marzo en el distrito de Sheikhupura, provincia de Punjab, mientras que en el mundo se llevaban a cabo eventos para celebrar el Día Internacional de la Mujer. También hubo en Pakistán seminarios y conferencias, e incluso el presidente Asif Ali Zardari firmó una ley para proteger a las mujeres.

En la tarde del 7 de marzo, Kiran, una niña cristiana de 12 años de edad, originaria de Jaranwala, realizó una visita a sus abuelos que viven en el pueblo de Malowal, en una pequeña casa no muy lejos de la propiedad de un superintendente de la policía. Esa noche, Wahla Nawaz, un agente de policía, junto con un cómplice, Mehboob, un lechero, saltaron la valla y entraron en la casa. Según las informaciones del diario The Express Tribune entre los dos ataron a los abuelos y violaron a la niña repetidas veces, a punta de pistola.

Una vez hubo escapado, Kiran liberó a sus abuelos, que la acompañaron al hospital para recibir tratamiento médico. Sin embargo, ni los médicos ni la policía quisieron aliviar a la muchacha cristiana, o tomar medidas para detener a los responsables de la violación. Sólo la apertura oficial de la investigación, iniciada por un juez diligente, permitió la detención de Mehboob –el cómplice–, mientras que Nawaz hasta ahora ha eludido su detención.

El 8 de marzo, mientras en todo Pakistán se celebraban actos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. En la capital, Islamabad, las organizaciones de mujeres patrocinaron un seminario para mejorar el valor y el papel de la mujer en el mundo. Al mismo tiempo, el presidente Asif Ali Zardari ratificó la Ley de la Comisión Nacional para evaluar la situación de los derechos de las mujeres en el país y se aseguró que va a desempeñar un papel crucial en la salvaguarda y protección de los derechos de las mujeres.

Sin embargo, asociaciones de mujeres cuestionan lo que proclaman las instituciones, haciendo hincapié en que esas leyes no son suficientes si no se cumplen. En una reunión pública celebrada ayer en Faisalabad, organizada por la Asociación de Mujeres por la Sensibilización y Motivación (Awam), los activistas señalaron que “hacer nuevas leyes no es suficientes”, sino que es el gobierno el que “debe garantizar en la práctica” la protección de las mujeres y su igualdad de derechos. Peter Jacob, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Iglesia Católica (CNJP) también estuvo entre los participantes y señaló que “el número de ataques contra las mujeres en Pakistán es cuatro veces mayor que los casos de los que informaron, y muchos crímenes sexuales pasan inadvertidos.”

En Multan, las organizaciones de mujeres católicas –junto con otros movimientos de mujeres– han patrocinado una manifestación en las calles. Sor Margaret, entre los participantes en el evento, destacó que “para celebrar la mujer, también debemos reconocer la importancia de las mujeres”. La monja añade que “si bien hay reglas en contra de la violencia doméstica y los ataques con ácido, hasta el momento no se han tomado medidas contra los hombres, y muchas mujeres ni siquiera saben de la existencia de la ley”.

Entre los representantes de las mujeres paquistaníes celebradas el 9 de marzo, se encuentran Yousafzai Malala, de 13 años, una joven activista que ha luchado contra la agresión de los talibanes en el valle de Swat, premiada por la sociedad civil y el gobierno.

En el lado católico los honores son para Zenobia Richards, una víctima de la demolida institución católica “Gosh-e-Aman” en Lahore, donde perdió su casa y muchas de sus posesiones. Ha sido gracias a la Fundación Masihi que ha podido encontrar un nuevo hogar.