No he encontrado nadie de Vic y de Osona que no me haya hablado con indignación de los escándalos de la Asociación Catalana de Municipios (ACM) explicados por la prensa casi cada día y que El 9 Nou ha transcrito con gran profesionalidad informativa.

Que si se pagaron facturas discutibles por importes de 900.000 euros siendo el pagador y el comprador la misma persona, y de 193.000 euros mediante una sociedad anónima puramente instrumental, que si el pagador/comprador percibía, además, un súper sueldo, que si se hinchaban las facturas antes de cargarlas al ACM y se multiplicaba su importe por 16, que todos los trapicheos hechos desde el ACM se hacían con dinero proveniente de los ayuntamientos, o sea con dinero público, etc. Tantos escándalos que la fiscalía se ha visto obligada a intervenir.

Podemos decir pues que las sombras de la corrupción vuelven a afectar a Convergència (CDC) apenas un año después de volver al Gobierno de la Generalitat, y en este caso los protagonistas de los presuntos casos de corrupción son dos históricos dirigentes del partido en Osona que han saltado a la política catalana: uno es el ya destituido coordinador de la Diputación de Barcelona, Josep Maria Matas; el otro, el secretario general del Departamento de Cultura, Xavier Solà.

También se ha visto implicado el Ayuntamiento de Vic, puesto que se ve que una de las empresas de Josep M. Matas, de la cual también era socio Xavier Solà, entonces regidor de Urbanismo, intervino en la gestión de unos pisos de protección oficial en Vic en la Serra-de-senferm en unos terrenos municipales que el alcalde vendió al presidente del ACM.

El que irrita de este caso es que todas las martingalas y el lucro que parece que se deriva se han producido mientras muchos vicenses y osonences cobraban sueldos bajos o perdían el trabajo. Irrita que gente de Vic y de Osona sufrían para llegar a final de mes y para poder pagar la hipoteca o los embargaban la única vivienda que tenían. Irrita que entretanto muchos osonences las pasaban magras y han tenido que vivir gracias a las ayudas sociales o con una austeridad de época de guerra. Irrita que mientras se cobraba para hacer unos pisos a la Serra-de-senferm, con la ayuda del Ayuntamiento, los vecinos estaban en contra y denunciaban la falta de un plan de viabilidad, sin que el Ayuntamiento de Vic hiciera nada. Irrita que estos pisos han sido abandonados a medio hacer.

Irrita que a una persona responsable de todo esto vengan altos dirigentes de su partido en Vic, como Oriol Pujol, a defenderlo en un acto con las cabezas de lista comarcales de CiU que aplaudieron de manera irresponsable y vergonzosa. Qué aplaudían? Que desde el ACM se hubiera hecho negocios con euros salidos de sus ayuntamientos? Lo habrían aplaudido si el dinero hubieran salido de sus bolsillos?

*Presidente de Plataforma per Catalunya (PxC) y concejal en Vic.

La irritación no viene tan sólo por todo aquello que desde la ACM se ha hecho, y no se ha negado, sino por el apoyo desvergonzado de CiU, que hace mal olor de azufre. Irrita tanta arrogancia de los dirigentes de CiU e irrita el aplauso de sus alcaldes y regidores al abuso del dinero de sus contribuyentes.