Nuevo triunfo islamista en la América de Obama: Oklahoma vivirá bajo las leyes coránicas pese al frontal rechazo de los ciudadanos
A finales del pasado mes de noviembre el Tribunal Federal de Estados Unidos, haciendo caso omiso a la voluntad del pueblo, bloqueó la entrada en vigor de la nueva enmienda constitucional de Oklahoma, por la que se iba a prohibir a los jueces dictaminar condenas de acuerdo con las leyes islámicas.
La idea de que los tribunales en Oklahoma, que se encuentra en el corazón de Estados Unidos, pueden dictaminar sus fallos teniendo en cuenta la ley islámica de la sharia, a cualquiera le perecería algo absurdo, no así para los mismos residentes de esa administración. De los 3,5 millones de habitantes de Oklahoma, solo unos 30.000 son musulmanes, quienes no tendrán problemas con la nueva disposición, indican diferentes medios estadounidenses.
“Basta con bajar la guardia, y los islamistas abusarán de la libertad y de la cordialidad de la sociedad estadounidense, se formarán innumerables hordas, impondrán su religión inhumana, cubrirán con velos a las mujeres, y la silla eléctrica, tan querida por cada uno de los republicanos será remplazada por la bárbara lapidación”, opinan algunos.
“El 11 de septiembre el mundo islámico ya asestó un duro golpe a los Estados Unidos, y ahora quieren completar su triunfo, construyendo en las ruinas de las torres gemelas una mezquita. Las autoridades federales no actúan, y no es de extrañar, ya que en la Casa Blanca se instaló Barack Hussein. Hay que salvar urgentemente lo que todavía puede ser salvado, por lo menos a nivel de estados individuales”, sostiene el periodista ruso Maksim Samorúkov.
Sería extraño, si ningún político se aprovechara de esta situación. En las recientes elecciones legislativas, el candidato del Partido Republicano por el estado de Nevada, Sherron Engle, insistía a que debido al liberalismo del partido gobernante de los demócratas, dos ciudades viven bajo las leyes de la sharia, sin embargo perdió las elecciones. Mientras que el parlamentario republicano del vecino estado de Oklahoma, Rex Duncan explota el tema del islamismo con mucho más éxito.
Duncan se ganó la fama a nivel nacional, incluso internacional, al tratar de prohibir a los residentes de ese estado llevar el velo, cuando los mismos ni siquiera lo llevaban. Asimismo, deliberadamente el parlamentario se negó a aceptar como regalo una edición del Corán, de la comunidad musulmana local. “Estoy en contra del asesinato de mujeres y niños inocentes en el nombre de una ideología. No conozco otra religión o ideología que haya recurrido a métodos terroristas”, dijo entonces.
En verano de este año el diputado, impulsó la iniciativa para enmendar la constitución de Oklahoma, y prohibir a los jueces que en los procesos judiciales tengan en cuenta las leyes islámicas, y con ello las normas del derecho internacional. “A nosotros nos gustan nuestras leyes estadounidenses, y al que no le guste puede volver a su casa”, señaló.
“A estos intelectuales liberales que son elegidos como jueces, si no los detenemos a tiempo, empezarán primeramente imponiendo diferentes estupideces internacionales que están por encima de las legislaciones de EE. UU., y luego con su liberalismo llegarán hasta la sharia”, agregó.
En las pasadas elecciones del 2 de noviembre los residentes de Oklahoma votaron por una decena de diversas enmiendas a la Constitución local, y entre ellos se encontraba la pregunta sobre la prohibición de la mencionada norma, a favor de la cual se mostraron más del 70 % de los votantes.
Sin embrago, a pesar del masivo apoyo a la iniciativa de Duncan, la modificación no entró en vigor. En Oklahoma los musulmanes son pocos, pero saben que viven en un país libre. Por eso presentaron una demanda ante la Corte Federal de EE. UU., y están por ganar el proceso, publican los medios de comunicación de ese país.
La jueza federal Vicki Miles Lagrange suspendió la nueva enmienda, afirmando que ésta contradice la Constitución de los Estados Unidos, y que claramente discrimina a los ciudadanos por su religión.
No está claro que es lo que precisamente se prohibirá, y los magistrados de ese estado se verán en una posición difícil a la hora de aplicar las nuevas normativas constitucionales. En general, la voluntad de la nación es importante, pero la modificación en cuanto a la sharia no se implementará, porque la discriminación a una parte de ciudadanos estadounidenses no sería aprobada por los padres fundadores de esa nación norteamericana, afirman los expertos.