Un estudio advierte sobre la potencial deriva yihadista del ‘pacifismo islámico’ del movimiento tabligh en España
ND.- Fundada en la India en 1927 como uno más de los movimientos reformistas del islam, la Yama’a at-Tabligh al-Da’wa considera que las sociedades musulmanas han sido ‘contaminadas’ por valores como el secularismo y el materialismo, por lo que pretende una vuelta a los principios fundacionales islámicos.
Los tablighi no sólo rechazan el sufismo o las prácticas populares del islam sino la implicación de este en la política, lo que ha hecho considerar al movimiento como “apolítico y pacifista”. Sin embargo, los seguidores del grupo fundado por Maulana Ilyas también propugnan “un islam sencillo, literalista y normativo”, que “no admite la interpretación libre de los libros sagrados” y que “considera que la predicación del islam no es una actividad reservada a los ulema, sino que constituye una obligación de todo musulmán”. Dos profesores españoles, la doctora Sol Tarrés, de la Universidad de Huelva, y el doctor Javier Jordán, de la Universidad de Granada -autores de las anteriores descripciones- han llamado la atención sobre, precisamente, la orientación “literalista y normativa” de los tablighi y sobre cómo sus creencias podrían servir para que la Yama’a Tabligh, sin ser un movimiento de ‘guerra santa’, termine siendo “instrumentalizada por los yihadistas, preparando involuntariamente el terreno al reclutamiento radical en España”.
Seguimiento
De hecho, Tarrés y Jordán ya aportan varios e inequívocos precedentes del ‘puente de plata’ tendido entre el ‘pacifismo apolítico’ de los tablighi y el yihadismo que desembocó en el 11-M. Por ejemplo, la red de Abu Dahdah desarticulada en noviembre de 2001 había utilizado la Yama’a Tabligh de Madrid para captar simpatizantes, entre ellos, varios implicados en los atentados de Casablanca y Madrid, ‘Tunecino’ y Serhane, incluidos. Los tablighi de Barcelona aparecen relacionados con el marroquí Aziz El-Bakri, el terrorista a quien se supone muerto en un suicidio-asesino en Irak, y quien asistió a las reuniones de ese grupo para ser captado después por el yihadismo catalán. También en la operación policial conocida como ‘La Unión’, un tabligh fue detenido cuando intentaba captar a otros miembros de la Yama’a en Málaga y Sevilla para enviarlos como terroristas suicidas a Irak, Cachemira, Chechenia y otros lugares asiáticos.
Madrid, Londres, Casablanca: Del Tabligh a la yihad
En el frente internacional, los precedentes tampoco faltan. Para empezar, el londinense Richard Reid -conocido como ‘el terrorista del zapato’ y que intentó hacer estallar un vuelo París-Miami en 2001- se relacionó con los tablighi antes de entrar en Al Qaeda. Y, sin abandonar el Reino Unido, los autores del informe recuerdan que Mohammad Siddique Khan, líder del grupo suicida que llevó a cabo los atentados de Londres, también frecuentaba la mezquita Tabligh de Dewsbury.
Operaciones contra el terrorismo islámico en Francia, Marruecos y Estados Unidos han permitido la detención de varias personas relacionadas con los tablighi y que terminaron tomando un papel protagonista en el terrorismo islámico en Marruecos o España, sin olvidar ni al estadounidense John Walker Linhd, el famoso ‘talibán americano’ que asistía al centro tabligh de San Francisco, ni al hispano José Padilla, quien antes de viajar a los campos de entrenamiento de Afganistán también estuvo en contacto con la secta reformista islámica.
“Completamente legítimos” en España
Tanto Sol Tarrés, doctora y profesora de Antropología Social en la Universidad de Huelva, como Javier Jordán, doctor y profesor del Departamento de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad de Granada -ambos con abultados historiales académicos y de colaboración con organizaciones internacionales- recuerdan en las conclusiones de su informe cómo, a pesar de que “la Yama’a Tabligh no es un movimiento yihadista”, sí puede ser instrumentalizado por el yihadismo “preparando involuntariamente el terreno al reclutamiento radical”. “Al mismo tiempo, su denso componente identitario y el peculiar modo de vida de (los) seguidores (de los tablighi) pueden dificultar que éstos se sientan miembros comprometidos de la sociedad española, con igualdad de derechos y deberes al resto de inmigrantes regulares o de nacionales españoles”, añaden los autores.
Esta falta de integración preocupa a Tarrés y a Jordán, a pesar de que ambos consideran que “la intensa religiosidad, la predicación y el énfasis que los tablighi ponen en el regreso a las fuentes del islam son completamente legítimos y tienen cabida en una sociedad pluriconfesional como la española”. “Sería conveniente que los responsables del Tabligh enfatizaran aun más en sus actividades de formación y predicación religiosa el rechazo explícito al yihadismo y la necesidad de que sus seguidores, además de musulmanes coherentes, se sientan miembros comprometidos de nuestra sociedad”, añaden los autores del estudio para terminar proponiendo que la Yama’a Tabligh colabore en la “prevención del yihadismo” antes de que se convierta en “parte del problema”.
Una vía para mover dinero y personas
Sin embargo, en entornos estadounidenses de la inteligencia antiyihadista, y, en especial, en sectores conservadores, a los tablighi se los ve con una óptica muy diferente al inocuo, aunque fronterizo, movimiento ‘fundamentalista’ -pero pacifista- islámico. Calificado como “la YMCA musulmana”, la contrainteligencia estadounidense y ‘think tanks’ en el entorno republicano presentan a la Yama’a Tabligh como un grave riesgo para la seguridad mundial a pesar de que “el 99,9 por ciento de sus actividades son legítimas, pacíficas y apolíticas”.
Por el contrario, estas fuentes constatan que las actividades de la organización son “increíblemente secretistas” por lo que a pesar del enfoque “benigno” del grupo, este “ofrece muchas oportunidades a los terroristas”. “(La Yama’a Tabligh) es un vehículo para mover dinero y personas, y para organizar viajes y reclutamientos”, afirmaba ya hace un año un experto norteamericano recién llegado de Pakistán.
El asesinato de Woolmer, ¿responsabilidad tabligh?
Precisamente, en este país se está produciendo una fuerte polémica con un libro de autor estadounidense, profusamente publicitado en las últimas semanas en la CNN, y que no sólo acusa al Tabligh de “perturbar la paz internacional en nombre de la islamización del mundo” sino que preconiza la ruptura de Pakistán en varias entidades políticas independientes como forma de neutralizar a una nación que el autor considera como una grave amenaza para Occidente.
En este contexto, en los últimos días se están produciendo algunas informaciones -también en los grandes medios de la opinión conservadora estadounidense- que relacionan con el Tabligh el turbio asesinato de Bob Woolmer, entrenador del equipo nacional pakistaní de críquet, encontrado muerto en su habitación de un hotel de Jamaica, y una muerte que primero se consideró natural, después producto de un asesinato, y que ahora se relaciona directamente con el terrorismo islámico en una confusa y aún no esclarecida maraña de argumentos donde se mezcla el yihadismo con el deporte además de con las mafias del juego organizado.