La delegada del gobierno español en Cataluña, María de los Llanos de Luna, alertó hoy de que si Cataluña se independizara “pasaría de ser una de las comunidades más ricas de España en uno de los países más pobres de Europa”. En declaraciones a la Cope, Llanos de Luna ha deplorado la “moda creciente” a favor del soberanismo en Cataluña, que ha llegado también a Convergència, que “se ha quitado la careta” y ha revelado su “separatismo”, una actitud que considera “muy grave e irresponsable” porque la independencia “sería nefasta”.

“La independencia supondría para Catalunya un empobrecimiento terrible. Esto sólo lo defienden las personas que no aman Cataluña”, aseguró. Llanos de Luna ha argumentado que una hipotética declaración de independencia de Cataluña implicaría la salida de la Unión Europea, ya que los tratados comunitarios no prevén que un territorio de un Estado miembro que se separe siga formando parte del club europeo. Catalunya debería, pues, de solicitar el ingreso en la Unión Europea y, “en el mejor de los casos, si nadie la vetara”, tardaría “unos cinco años” a culminar todos los trámites de adhesión. Durante todo este tiempo, “cualquier producto catalán debería pagar aranceles” para vender a los países miembros de la Unión Europea, lo que provocaría “incrementos de un 40% de los precios”.

Llanos de Luna consideró igualmente “irresponsable y poco solidario” plantear en estos momentos el pacto fiscal para Catalunya, como hace el Gobierno de Artur Mas, ya que “no viene al caso” y la prioridad es la recuperación económica. La delegada del gobierno español ha recriminado a Mas y los suyos que estén “constantemente con esta musiquita y ese runrún” del pacto fiscal cuando, a su juicio, la máxima prioridad ahora es la reactivación económica de toda España. “Tal como está la situación económica, para poder decir que quieres una caja, esta caja debe tener algo dentro. Primero todos debemos trabajar para llenar esta caja. Luego ya se verá”, remarcó. Llanos de Luna ha abogado por una “mejor financiación” para Cataluña, aunque ha recalcado que hay que ser “solidarios con el resto de España”.

Felip Puig no tiene competencias para cambiar la ley de reunión

Por otra parte, advirtió el consejero de Interior, Felip Puig, que no tiene competencias para cambiar la ley de reunión. Puig sugirió revisar leyes básicas, como la de reunión y de seguridad pública, para tipificar la ocultación de la identidad o la posesión de elementos de riesgo cuando se participa en protestas. De Luna ha alertado Puig que estos cambios pueden “chocar con derechos constitucionales” y, además, “el derecho de reunión no puede ser modificado por un gobierno de una comunidad autónoma”. “Antes de hacer cualquier actuación, el consejero debería pedir informes jurídicos que le orienten sobre hasta dónde puede llegar dentro de sus competencias”, apuntó. Sin embargo, destacó que con la llegada de Puig a la consejería se ha notado un “cambio de actitud” contra los movimientos que recurren a la violencia urbana.
Según la delegada, el anterior consejero de Interior, el ecosocialista Joan Saura, fue “permisivo” e incluso llegó a “simpatizar” con movimientos alternativos, por lo que provocó un “efecto llamada de estos elementos hacia Cataluña”.