Rachid Alí es abrazado por su compañera tras ser puesto en libertad.

El cabecilla marroquí y colaborador en un periódico radical, Rachid Ali, que el domingo fue detenido por los Mossos por negarse a presentar la documentación requerida, dice haber sido víctima de un “secuestro” que atribuye a motivos políticos, y ha anunciado que llevará su caso hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El colectivo Terrassa Respon, al cual pertenece Alí, ha calificado de “ilegal” su detención y afirma que se hizo “con motivaciones políticas que intentaban aprovechar su condición de inmigrante como pretexto”, según afirman en un comunicado que ha hecho público en una rueda de prensa ante las puertas del Ayuntamiento de Tarrasa.

Según Rachid Ali, el domingo por la tarde se presentaron al centro social “Terrassa Respon” dos Mossos de Esquadra vestidos de paisano que alegaron querer entrevistarle.

Cuando se presentó ante ellos, los agentes se identificaron y se dirigieron a él nombrándole por su pseudónimo periodístico, Rachid Alí, en lugar de su nombre real, Errachid el Y., motivo por el cual el colectivo sospecha que “no tenían ninguna orden de detención a su nombre”.

Alí ha asegurado que no llevaba la documentación encima, de modo que sugirió acercarse hasta su casa -situada a unos 20 metros del local- para mostrarles el pasaporte. Fue durante el trayecto cuando, según ha explicado, fue detenido y llevado hasta la comisaría.

Por la mañana fue trasladado hasta los juzgados de Terrassa donde al mediodía el juez lo dejó en libertad sin cargos, según ha informado el mismo Alí.

A la salida de los juzgados, según ha explicado, le esperaban tres policías nacionales que le condujeron hasta la comisaría, donde le advirtieron que su documentación estaba caducada y disponía de un margen de seis meses para renovarla.

Según confirmaron ayer fuentes policiales, la detención estuvo motivada por su situación irregular en el país, pero según el colectivo Terrassa Respon, el Cuerpo Nacional de Policía le aseguró a su abogada que “no les constaba ninguna orden de extradición a su nombre”.

Los Mossos de Esquadra han imputado a Rachid Alí un delito de “resistencia y desobediencia grave a los agentes de la autoridad”, según ha afirmado el cuerpo de policía por un intento de huida, a lo que Alí responde que es imposible dado que padece la enfermedad de Crohn que le ha dejado prácticamente cojo de la pierna izquierda.

Rachid Alí, residente en Cataluña desde hace 11 años, casado con una catalana y miembro activo del movimiento del 15-M, ha anunciado que denunciará su caso y lo llevará hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en los próximos días.

Como viene siendo habitual, el tratamiento informativo de la noticia rebasa los límites de lo grotesco. De entrada, sorprende que reputadas agencias como Efe hayan atribuido al magrebí la profesión de “periodista”, profesión para la que se requiere un título universitario del que Alí, obvia decirlo, carece. Tampoco parece serio que se incluya entre sus méritos curriculares su participación como colaborador en una gacetilla de tendencia radical.