Desarticulada una organización que introducía hachís desde Marruecos
La Guardia Civil y la Agencia Tributaria han desarticulado una organización criminal que introducía hachís en España desde Marruecos por vía marítima, en una operación denominada “Flotador”, que ha supuesto la detención de diez personas y la intervención de 1.250 kilos de hachís.
La actuación ha incluido siete registros en domicilios, naves industriales y fincas ganaderas situadas en las localidades de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Lebrija (Sevilla) y Bornos (Cádiz), la investigación de cinco empresas, así como el bloqueo de las cuentas de los detenidos.
La investigación comenzó hace un año a raíz del intercambio de información entre la Guardia Civil y la Agencia Tributaria sobre esta organización, afincada en la desembocadura del Guadalquivir, que se dedicaba a la introducción de hachís desde Marruecos.
La investigación permitió averiguar que a primeros de marzo de este año se iba a utilizar un puerto deportivo en Vera (Almería) como punto de botadura y partida de una embarcación que traería un alijo de hachís.
El pasado mes de marzo, los agentes observaron cómo dos varones botaban la embarcación y, posteriormente, realizaban maniobras para sacarla del agua, lo que resultaba muy difícil por su peso, que no se correspondía con el de una nave vacía.
Una vez que la embarcación estaba en tierra y cargada en un remolque, los agentes interceptaron el vehículo para desmontar el doble fondo que ocultaba la droga, intervinieron mil kilogramos de hachís envueltos en plástico y detuvieron a dos personas.
Con posterioridad, la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria detuvieron a otros ocho integrantes de la organización e intervinieron veinte caballos de pura raza española y doscientos gallos de pelea, en los que se habían gastado parte de los ingresos obtenidos con el narcotráfico.
Los miembros de la organización recogían la droga en aguas marroquíes y la ocultaban en dobles fondos de embarcaciones neumáticas o de recreo para evitar los controles terrestres y aéreos.
La organización contaba con una amplia estructura para preparar las embarcaciones para su salida al mar y para extraer la droga de los dobles fondos.
También mantenían embarcaciones gemelas en aguas marroquíes y españolas para realizar un rápido intercambio de los tripulantes a la embarcación cargada en aguas marroquíes con el objetivo de no levantar las sospechas policiales por el escaso tiempo pasado en Marruecos.
Una parte del grupo se quedaban en tierra realizando labores de contravigilancia para no ser detectados por la policía.
Una vez en España y tras haber realizado el trayecto por aguas internacionales, la embarcación era sacada del agua sin que aparentemente la misma trajera ningún tipo de mercancía.
En la operación, se han intervenido, además de 1.250 kilos de hachís, 43 turismos y tres embarcaciones de recreo, 300.000 euros en metálico, ocultos entre chatarra, además de teléfonos móviles, material informático, dos escopetas de caza y abundante documentación.
Igualmente, se han embargado 48 inmuebles de la organización, se han investigado cinco empresas relacionadas con el grupo por blanqueo de capitales procedente del narcotráfico y se han bloqueado todas las cuentas bancarias de los arrestados.