Juzgan en Málaga a una pareja ucraniana acusada de asesinar a su hijo de dos meses
Una pareja de nacionalidad ucraniana será juzgada hoy martes en Málaga por maltratar a sus bebés gemelos de tan solo dos meses y medio. Uno de ellos murió a causa de las graves heridas que sufrió, mientras que el otro logró sobrevivir pese a las importantes lesiones y actualmente se encuentra acogido por la abuela materna. La Fiscalía pide un total de 56 años de cárcel por delitos de asesinato, maltrato y lesiones.
Los hechos ocurrieron hace dos años en Benalmádena, donde residían Svetoslav M. y Olena N., los padres, que entonces tenían 23 y 20 años de edad, respectivamente.
El 22 de octubre la pareja acudió al Hospital Materno Infantil con los bebés. Los médicos enseguida advirtieron la gravedad de la situación y sospecharon de que los niños, de dos meses y medio de edad, habían sido maltratados.
Uno de ellos fue diagnosticado de muerte cerebral. Presentaba, además desnutrición, hematomas en distintas partes del cuerpo y dermatitis de pañal. Fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos, pero falleció dos días más tarde a causa de las hemorragias internas cerebrales y el daño ocasionado por el traumatismo craneoencefálico.
El otro bebé presentaba numerosas fracturas en las costillas y en las extremidades superiores e inferiores, así como infección oral.
Los facultativos dieron cuenta de lo sucedido a la policía y los padres fueron detenidos.
El fiscal, en su escrito de acusación provisional, afirma que desde el nacimiento de sus hijos, el 7 de agosto de 2009, los padres, «lejos de cumplir con su obligación de asistir y cuidar a los bebés, les maltrataron de modo continuado, desasistiéndoles y golpeándoles repetidamente».
Por ello, el Ministerio Público pide una pena de 29 años de cárcel para el padre, y de 27 para la madre, además del pago de una indemnización de 100.000 euros, en concepto de responsabilidad civil, a la abuela materna.
En un primer momento, los acusados declararon que habían dejado a los niños al cuidado de una niñera, responsabilizando a ésta de los malos tratos. Posteriormente, el padre declaró que no hubo tal cuidadora, que pegó al niño en una ocasión en las nalgas y que se le resbaló cuando iba a bañarlo. Según dijo, al intentar agarrarlo por la pierna se golpeó la cabeza y se hizo un chichón, aunque no sangró.
Al día siguiente, fue cuando observaron que el bebé no estaba bien. Muy pálido, le costaba trabajo respirar y vomitaba todo lo que comía, por lo que lo llevaron al hospital, siempre según la versión del padre, quien aseguró también que su mujer nunca había golpeado a los niños.
Por su parte, la madre dijo aquel día tras regresar del trabajo, encontró al niño pálido, con los ojos vueltos. No se quejaba, cuando solía llorar. Admitió que su pareja en una ocasión había golpeado al niño en la nalga, aunque dijo que era la primera vez que ocurría y que el hombre «siempre se había comportado bien con los niños y que los quería mucho».
Cuando sucedieron los hechos ella llevaba dos días trabajando como relaciones públicas de una empresa de mobiliario. Los ingresos principales de la pareja procedían de la ayuda de 2.500 euros por hijo que daba entonces el Gobierno. Él, boxeador de profesión, aportaba dinero cuando tenía algún combate. La pareja recurría por ello a los madres de ambos que compraban todo lo necesario para los bebés.
La abuela materna se ha personado como acusación particular en la causa en la que también está presente la Junta de Andalucía.
q curioso, comoo son uncranianos y por tanto blancos y europeos no hay ni u n comentario. Si hubieran sido moros o negros estaríais ladrando com locos