Marfil y petróleo
Parece que nadie ha entendido el increíble favor y el enorme sacrificio que está haciendo nuestro rey por España.
Al cazar elefantes, como seguramente no se los va a comer ni él ni Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la organizadora del safari, ni tampoco los compañeros de correrías, ni los guías de la expedición, la descomposición de estos inmensos mamíferos, sin aparente importancia más allá de su marfil, acelerará el proceso de formación de petróleo, tan necesario para nuestro país después del descalabro de Repsol YPF en tierras pampeanas.
No me cabe en la cabeza como alguien puede tener todavía el atrevimiento de pedir la renuncia del rey a la presidencia honoraria de la organización ecologista mundial WWF/Adena, dedicada a la conservación de la naturaleza, después de su colaboración desinteresada en promover la evolución natural de la biología en el planeta. Lástima que falten algunos millones de años para que se vean sus resultados.
Jajajaja