Urdangarin usó a la Casa Real para arrebatar patrocinios a sus rivales en la Copa América de Valencia
La incursión de Iñaki Urdangarin y su socio Diego Torres en el mundo de la vela internacional terminó en una tremenda bronca en 2007. ¿El motivo? El yerno del Rey se dedicó supuestamente a intentar ‘robar’, usando la imagen de la Casa Real , los patrocinadores a sus competidores para sacar adelante el ‘proyecto Ayre’, una iniciativa que pretendía que España tuviese un segundo representante en la Copa América de 2010 en Valencia, lo que requería una inversión de unos cien millones de euros.
El entuerto, según las pruebas que obran ya en poder del juez, terminó con la intervención de la Infanta Cristina para intentar apaciguar los ánimos entre los otros reputados regatistas. Los correos que el exsocio remitió el pasado lunes al juez José Castro no solo desvelan que Urdangarin aseguraba que el Rey le estaba echando una mano en 2007 (a él y a Torres) para encontrar dinero para el ‘Ayre Challenge’, meses después de que -según Zarzuela- la Casa Real ordenara al duque romper con la Fundación Nóos.
Otros dos comprometedores mensajes, fechados a principios de octubre de 2007, revelan el enfado de Agustín Zulueta Calvo, el entonces director general del Desafío Español (el proyecto original), con el yerno del Rey, Torres y su aventura náutica. Zuleta, uno de los regatistas más prestigiosos de España, envió un correo a Urdangarin en el que le hizo llegar la «molestia por nuestra parte» por el hecho de que los dos exsocios de Nóos hubieran «contactado» con «patrocinadores nuestros (del Desafío Español)» en busca de dinero para ‘Ayre’.
Según Zulueta, el marido de Cristina de Borbón estaba intentado ‘levantar’ los «actuales patrocinadores» al Desafío Español utilizando «documentos en los que aparecen ‘personalidades’ como destacados miembros en el organigrama del equipo Ayre».
Según explicaron fuentes de la investigación, Urdangarin, en los documentos que había enviado a bancos, instituciones públicas y grandes marcas a la caza de fondos, había dado entender que la Casa Real estaba detrás de este proyecto, que él mismo iba a ser el presidente del área social de ‘Ayre’ y que la Infanta también estaba involucrada el proyecto.
Algunos periódicos, a la vista de estos documentos, apuntaban ya en 2007 que la «presencia de Urdangarin en el proyecto no es un tema baladí, ya que quiere decir que cuenta con el soporte de la Casa Real».
El malestar en el equipo oficial por la utilización de la monarquía como gancho llegó al punto de que el propio Zulueta, amigo de la Infanta, llegó a reunirse ese mes de octubre con Cristina de Borbón para aclarar las cosas. Al parecer, los oficios de la hija del Rey calmaron un poco la tempestad porque poco después el director del Desafío Español escribió al duque en tono conciliador para decirle que «desde que hablé con Cristina me quedé más tranquilo» y que, al margen del tema del ‘robo’ de patrocinadores usando la ‘marca Zarzuela’, el «Desafío Español no tiene nada en contra de que haya otro equipo español (en la copa) y que por supuesto no tiene ningún derecho adquirido de ser el único (desafiante español)».
Acuerdo de paz
Eso sí, Zulueta quiso dejar claro que el ‘acuerdo de paz’ con Cristina incluía que Pedro Perelló, el promotor del ‘sindicato Ayre’ y la persona que trabajaba con Urdangarin y Torres, dejara de «enviar documentos sorpresa a nuestros patrocinadores». Perelló, según los correos entregados por Torres al juzgado, era el regatista que se reunió con don Juan Carlos y al que el monarca -siempre según los mensajes de Urdangarin- prometió «toda su ayuda para encontrar ayuda financiera».
Los documentos, que ya obran en la pieza 25 del ‘caso Palma Arena’, revelan que el director del Desafío Español ofreció sus servicios de comunicación para que Urdangarin y Torres «aclararan» a la opinión pública que el ‘Ayre Challenge’ no era un proyecto de la Casa Real. El duque de Palma no dudó en reenviar el correo en que el Zulueta ofrecía su ayuda a Torres. Su socio se negó y apostó por seguir dejando creer que Zarzuela era la promotora de esa iniciativa. «Lo de hacer algún tipo de declaración no sería nada oportuno. No sé cómo se le ocurre», concluye el socio de Iñaki Urdangarin.