‘Las mañanas’, de Televisión Española, el programa que presenta Mariló Montero, parece empeñado en propagar las ventajas, tolerancia y el buen trato que recibe la mujer en el Islam. De las pocas veces que veo televisión a esa hora del día, dos de ellas me he encontrado a tres mujeres, españolas conversas al Islamismo, relatando entusiasmadas lo felices y realizadas que se sienten con las normas coránicas.

La verdad es que no puedo comprender como siendo tan favorables a ellas, el hombre musulmán tiene habitualmente a la mujer en un plano de absoluta inferioridad. No puede hacer acto de presencia en las tertulias amistosas del marido; debe cubrirse totalmente o en el mejor de los casos dejar sólo parte de su cara descubierta, aunque ello le suponga un auténtico suplicio, como si se considerara un bicho raro o un objeto propiedad exclusiva del varón que la tiene bajo su autoridad marital, a veces compartiéndola con otras esposas y si son poderosos, concubinas oficiales; incluso no pueden darle la mano, ni ser tocadas como simple saludo y sin segundas intenciones por un hombre ajeno a su familia, aunque sea un “creyente” como ella ; ni ir por la calle al mismo nivel que su marido, sino a unos pasos detrás, procurando no pasar antes que el hombre a un local, habitación, ascensor, etc.

Si esto es tolerancia, equidad, deferencia y buen trato, yo debo ser el primo de Atila, el famoso rey de los Hunos y de los otros que se cruzaron a su paso. A este efecto un gran y querido amigo, ya desparecido y asiduo lector de estas páginas, Eduardo Ramos, que era ingeniero y trabajaba con su empresa en Arabia Saudí, me contaba sorprendido que a principios de su estancia en ese país, al ir a entrar en un ascensor yendo con colegas árabes o altos dignatarios, por educación y siguiendo nuestras costumbres, intentaba ceder el paso a la señora o señorita que esperaba y ni sus acompañantes, ni ella misma se lo aceptaban y hasta le miraban con gesto adusto por haber cometido ese ultraje con ese caballeroso detalle. ¿Qué opinan de esta tolerancia y respeto nuestras españolas convertidas al Islam al perder sus derechos y sentirse desplazadas en ese nuevo mundo?

En el aludido programa televisivo y como ya he escrito al principio, invitan al estudio para que hablen y expongan sus maravillosas sensaciones y la grandeza de su nueva fe a unas cuantas españolas que renunciaron a su catolicismo para seguir la doctrina de Mahoma. Una de ellas, muy guapa por cierto, había sido en su infancia “monaguillo”, (según afirmaba erróneamente el copresentador, ya que normalmente las mujeres nunca han ejercido ni ejercen esta función en nuestras liturgia), y cambió de religión al casarse con un senegalés de color y mahometano. No debió encontrar español y cristiano a su medida. Otra, que asiste a todos los programas donde se debaten las excelencias de esta doctrina que intentan ofrecernos como la panacea de todas las creencias religiosas, es también una renegada cristiana que abrazó el Islán en contra de su propia familia, según nos contó, no por amor como la anterior, sino porque le gustó más o se sintió más identificada con sus postulados que con la doctrina predicada por Cristo. Si fuera lo contrario y viviera en Irán o algunos otros paises musulmanes, no sólo no podría asistir a programas de la “tele” para exponer la renuncia de su fe, sino que estaría condenada a morir en la horca o lapidada por blasfema al haber abandonado el Islán. Pero ellos son los tolerantes y nosotros los racistas e intransigentes.

No tengo nada en contra de ninguna religión. Todo lo contrario, considero a cualquier doctrina, si se sigue con una fe sincera, un método muy eficaz de acercamiento del ser humano a su Creador, se llame éste como quieran llamarle. Y esto no puede ser malo bajo niungún aspecto. Ni creo que ese Ser Supremo pueda sentirse enojado si se confía en Él y se le trata con amor y devoción, aunque le llamemos Johová, Jesús, Alá o cualquier otro nombre. A mi me llaman cariñosamente de muy distintas formas mis tres hijos y no creo que con ello intenten demostrar menosprecio, ni falta de cariño y consideración, todo lo contrario. No obstante, lo dicho no es óbice para que yo me sienta plenamente identificado con Cristo y su doctrina y lo reconozca como único Dios y Señor. Sin dejar, por supuesto, de respetar las otras creencias si en ellas advierto amor y sincera devoción.

En un país, como el nuestro, que estamos sufriendo de continuo las acometidas y ofensas por parte de los marroquíes, sin que nuestro gobierno les plante cara, resulta un tanto extraño que mujeres españolas se identifiquen con las creencias y costumbres de los que tanto nos odian, incordian e imponen sus leyes y actitudes machistas y extravagantes, renunciando a su libertad y a la dignidad que han gozado desde su nacimiento. No me explico, asimismo, como no se sienten discriminadas al tener que presentarse tapadas totalmente, o con esos pañuelos cutres y mal vistos por la sociedad occidental en la que residen, para diferenciarse de nuestras féminas, como si quisieran marginanrse del resto de sus congéneres. Que no se quejen si se sienten tratadas de distinta manera, porque son ellas las que motivan esta segregación y distanciamiento.

Con todos mis respetos a Mahoma, el venerado Profeta musulmán y a la religión que fundó y predicó, no acierto a comprender cómo estas españolas islámizadas no sienten cierta vergüenza al considerar que los países donde su nueva religión es mayoritaria y detenta el poder, se muestren tan intolerantes con los que no la practican, haciéndoles sufrir persecuciones, cárcel e incluso la condena a una horrible muerte si son descubiertos. ¡Cualquiera los aguanta si aquí y en otros países cristianos hiciéramos lo mismo con los inmigrantes musulmanes y los nuevos conversos al Islán!. Tan mal no deben sentirse entre nosotros cuando siguen llegando pateras a nuestras cotas, en su mayoría con menores y embarazadas. Serán los futuros españoles que arrasarán nuestras costumbres, impondrán sus normas y tratarán de eliminar nuestra religión. Saben que con el gobierno Zapatero tienen fácil y despejado su coladero y demás bagatelas. Menos bocas que mantener, más divisas para el reino alauita y el peligro evidente del dominio y la islamización total de España en no mucho tiempo. .

Tenemos el triste y vergonzoso caso de Asia Bibi, la pakistaní condenada a muerte por ser cristiana y por la que el Imán de la principal mezquita de Peshabar, ha tenido la ”misericordiosa” actitud de ofrecer 4.400 euros al asesino que la mate en su celda, antes de que llegue el día de ser ahorcada por “blasfema”. ¡Vaya líder religioso que a lo peor hasta tiene fama de santo entre sus seguidores!. ¿Qué dirán nuestras televidentes musulmanas que intentan convencernos de la tolerancia y bondad de su Islán?. No sé cómo se atreven a presentarse públicamente para ofrecernos su versión sobre las excelencias y virtudes de su nueva creencia, sin sentir sonrojo ante los múltiples ejemplos de injusticia y crueldad que se dan en los países de su entorno y religión, con los cristianos. Están como nosotros en plena barbarie de la Edad Antigua y principios de la Moderna, cuando la tristemente célebre Inquisición que tanto nos critican y han pasado mucho más de seis siglos. ¿Es esto tolerancia, virtud, misericordia y bondad?. Creen correcto y normal que sus jerarcas e imanes combatan con saña y extremada crueldad a las que se atreven a profesar el Cristianismo, lo contrario de lo que hacemos aquí con ellos. ¡Hay que ser mahometano por narices y si no a lapidarla!. Punto y pelota.

Pero en la España de Zapatero, siempre hay que mencionar a este señor cada vez que nos referimos a los males que ocurren actualmente en nuestro país, el musulmán y si es marroquí con mayor ahinco y entusiasmo, parece gozar una bula especial para que sus creencias religiosas y aspiraciones expansionistas primen sobre las nuestras. Al parecer, el rey moro parece tener atemorizado a nuestro gobierno y a muchos de nuestros políticos bajo su elegante y fina chilaba. Hemos visto en una foto reciente a nuestro actual vicepresidente primero y ministro del Interior, señor Rubalcaba, como en una de sus visitas al monarca marroquí parecía besarle la mano todo sumiso e inclinado reverentemente, como si se tratara de su padre espiritual o líder religioso. Lo que no hacen con el Papa. No me extraña que al ver ese gesto de entrega y veneración los súbditos de tal señor se envalentonen, reclamen lo que no les pertenece, exijan lo que no les corresponde y organicen trifulcas, algaradas y protesas nada inofensivas, por cierto, contra nuestra policía de frontera, en especial sin son mujeres, a las que llaman prostitutas y ofenden y ridiculizan en gritos y pancartas, sin que nuestros gobernantes se den por aludidos o protesten. Y encima concedan sus absurdas y caprichosas peticiones a los súbditos de ese monarca que se han colado ilegalmente en nuestras fronteras. Hasta les cedemos edificios y castillos para sus prácticas religiosas y lo que es más grave e intolerable, el edificio que sus propietarios donaron al pueblo madrileño para centro escolar, las escuelas Aguirre, que nuestras autoridades sin tener en cuenta que es una propiedad del pueblo de Madrid con un fin determinado, lo ceden y convierten en Casa Árabe y encima modifican, atienden y sostienen a cargo de nuestro presupuesto. ¿Por qué no le ceden también el Palacio de la Moncloa y el de Comunicaciones para residencia veraniega del monarca alauita?.

Lo que no entiendo es ese afán televisivo en llevar a sus espacios mañaneros a estas mujeres españolas, cristianas renegadas y hoy devotas musulmanas, para que nos hablen y hagan propaganda del Islán. ¿Hay algún interés oculto en esa afán de hablarnos bien de cualquier religión en un medio oficial, siempre que no se trate de la católica?. ¿Por qué ese empeño en islamizar a España?. Entiendo que esa porfía terca y sin fundamento esté originando el efecto contrario y aumente considerablemente la islamofobia entre la inmensa mayoría de españoles que no seguimos las enseñanzas de Mahoma y estamos hartos de tener que soportar sus exigencias, intolerancias, falta de tacto y abusos, que acabarán más o menos tarde por estallar, si nadie le pone remedio.

¿Por qué a Mahoma le regalan edificios, terrenos y subvenciones para la expansión de su doctrina y a Cristo y a nuestras imágenes sagradas y veneradas los retiran de las escuelas, centros oficiales y todo lugar público?. Construyen mezquitas con dinero público y quieren dinamitar la Basílica del Valle de los Caídos y a sus sagradas esculturas por un odio tan tenaz como incomprensible. A ver si se larga pronto este circo de los disparates y regresa la sensatez nuevamente a la política para que se puedan deshacer tantos entuertos y extraños conciliábulos.